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ISSN 1989-4163

NUMERO 04 - VERANO 2009

 

La Mitad de los Cristales

Adolfo Marchena y Luis Amézaga

Editorial Bubok Publishing S.L. . 2009.

 

Medias

El escritor observa a través de la concavidad de las medias. Un bosque lejano en la ribera de la barra. La mujer que ojea una revista. Ruido en la esquina del tránsito. Las marionetas han dejado de bailar y beben cerveza caducada. El hueco que deja la tapa de la alcantarilla se torna entrada de un hormiguero. Las medias cubren los abismos, las piernas de seda de una mujer morena. El escritor desvía la mirada y se adentra en la jungla de su cabellera, pintura acrílica. En la distancia de los corceles enlutados. El negro de la noche y los vestidos de novias descontentas. Cualquier acercamiento a la conversación revela un trance. Mirar no deja de ser un gesto oneroso. El escritor regresa a las páginas y la mujer morena desaparece entre el cutis de las medias.

 

Parte de la misma tajada

Las líneas discontinuas de la carretera nos leen el futuro. Somos tan frágiles que no guardamos una copia de seguridad. ¿Me llamabas? Quién eres tú. Soy yo mamá. Mi hijo era mucho más guapo y más alto y vestía con elegancia. Mira, llueve. No, son lágrimas, mamá. Qué hago aquí. Estás en casa, conmigo. ¿Ya lo sé, te crees que me he vuelto loca? Ven que te peine. Que me peine la niña. En esta casa no hay niñas, ya no. Berta tiene cuarenta años y vive en Valencia. Quién es Berta. Tu hija, mamá. Deje de llamarme mamá, impostor. La mente da vueltas en busca de una pista fiable. Tortura es sufrir sin saber quién sufre. No es posible la muerte digna cuando se deriva de la vida autómata. Bebe, mamá. Me quieres envenenar. No digas bobadas. Un rayo de sol y deja de prestar atención a las caricias. Allá que se van sus ojos para perderse sin remedio. Los gatos son menos indiferentes a lo humano. Pero también les gusta la luz que calienta. En qué soñará su madre, piensa mientras tira el pañal sucio. Se está volviendo, a pesar de las apariencias, en un ser amargado. Su madre está desaparecida en un laberinto y él ha hipotecado una posibilidad de vida, la que fuera. Dos por el precio de uno, murmura cuando acaban de dar las señales horarias en la radio.

La Mitad de los Cristales
Diseño de portada: Espiga de Ignacio Laguna

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